martes, 16 de octubre de 2012

The Root



“The Root”, traducción al inglés  de “La Raíz” (perteneciente a La Fe, Mariana Docampo, Bajo la Luna 2011).  Por Carolina Orloff, para Palabras Errantes, revista literaria de Pulsamérica

miércoles, 10 de octubre de 2012

Abro nuevo Grupo de escritura los viernes de 19hs. a 21hs. en Palermo


   "Escribir es prolongar el tiempo, es dividirlo en par­tículas de segundos, dando a cada una de ellas una vida insustituible”. Clarice Lispector

Buscaremos alentar la experiencia de la escritura como una posibilidad expresiva o lúdica.  Leeremos y discutiremos estructuras y recursos de escritores consagrados,  y proporcionaremos a la vez estrategias para estimular la propia creatividad y ampliar las herramientas para escribir ficción.

Cada encuentro constará de dos partes.  En un primer momento realizaremos el análisis estructural de obras sugeridas por la coordinadora y luego abordaremos la producción de los participantes. 

Se darán pautas de análisis de los textos y ejercicios de escritura que estimulen y a la vez, disciplinen el proceso creativo.

Lecturas de: Franz Kafka, Marguerite Yourcenar, Jorge Luis Borges, Clarice Lispector, Silvina Ocampo, Armonía Somers, Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Julio Cortázar, Flannery O’Connor, Virginia Woolf, Karen Blixen, Leonardo Da Vinci, Sara Gallardo, Marguerite Duras, Carson McCullers, Juan Rulfo, Pablo Palacio, Katherine Mansfield, Manuel Puig, Truman Capote, Vladimir Nabokov, William Faulkner.

Inscripción previa: mariandoc73@hotmail.com

Días y horarios
Viernes de 19 a 21 hs. Palermo
Lunes de 19 a 21hs. en Librería Fedro (San Telmo)




lunes, 24 de septiembre de 2012

Este miércoles 26 de Septiembre, en la Casa de la Lectura estaré participando del homenaje a Alejandra Pizarnik, "La inquietud de la Musa", organizado por el Instituto de Género de la UBA. A 40 años de la muerte de A. P. Va a haber de todo: lecturas críticas de Tamara Kamenzsain, María Negroni y Andrea Ostrov. Brindis poético. con Ana Becciu (desde España). Bárbara Belloc. Gabriela Cabezón Cámara. Maria Del Carmen Colombo. Alicia Genovese.Paula Jiménez Españaz. Silvia Jurovietzky. Liliana Lukin. Karina Maccio. Anahí Mallol. Sylvia Molloy (desde EEUU). Ariel Schettini. Organizan Nora Domínguez y Laura Arnes
Intervalo musical: Cuerdas al viento.

miércoles, 25 de julio de 2012

TALLER DE ESCRITURA Y LECTURA

Coordinado por Mariana Docampo
“Es­cribir es prolongar el tiempo, es dividirlo en par­tículas de segundos, dando a cada una de ellas una vida insustituible”. Clarice Lispector

En este taller buscaremos alentar la experiencia de la escritura como una posibilidad expresiva o lúdica. Leeremos y discutiremos estructuras y recursos de escritores consagrados, y proporcionaremos a la vez estrategias para estimular la propia creatividad y ampliar las herramientas para escribir ficción.

Cada encuentro constará de dos partes. En un primer momento realizaremos el análisis estructural de obras sugeridas por la coordinadora y luego abordaremos la producción de los participantes.

Se darán pautas de análisis de los textos y ejercicios de escritura que estimulen y a la vez, disciplinen el proceso creativo.

Lecturas de: Franz Kafka, Marguerite Yourcenar, Jorge Luis Borges, Clarice Lispector, Silvina Ocampo, Armonía Somers, Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Julio Cortázar, Flannery O’Connor, Virginia Woolf, Karen Blixen, Leonardo Da Vinci, Sara Gallardo, Marguerite Duras, Carson McCullers, Juan Rulfo, Pablo Palacio, Katherine Mansfield, Manuel Puig, Truman Capote, Vladimir Nabokov, William Faulkner.

Cupos Limitados. Inscripción previa: mariandoc73@hotmail.com

Días y horarios: Lunes de 19 a 21 hs.
Lugar: Librería Fedro (Carlos Calvo 578)
Fecha de inicio del taller: Lunes 13 de agosto 2012
Arancel: $ 230 mensuales (mes de agosto: $170)









domingo, 8 de julio de 2012

LUCERNA en Cuatrocuentos



En la revista Cuatrocuentos, dirigida por Pia Bouzas y Pablo Valle, un fragmento de LUCERNA, novela en producción (la imagen es de Louis Bourgeois):
http://cuatrocuentos.wordpress.com/2012/06/26/mariana-docampo-lucerna-fragmento/

sábado, 23 de junio de 2012

Reseña de "La Fe" en Revista Ñ - 9/6/2012



Al límite del género
En su tercer libro, “La Fe”, la escritora Mariana Docampo intenta desafiar la movilidad del pensamiento.

Por Virginia Cosin, para Revista Ñ – 9/6/2012
"La fe", tercer libro de Mariana Docampo, reúne, según consigna la portada, un conjunto de relatos. Pero al adentrarse el lector en ellos, lo primero que aparece es la pregunta sobre la especificidad de estos textos que juegan con los límites del género: cuento, mito, historia, ensayo, diatriba, novela en miniatura, poesía. Y, dentro de ellos: mujeres, hombres, animales, travestis, transexuales, lesbianas, homosexuales, trans. En el último de estos escritos no hay ellas o ellos. Hay ell@s. Así, la identidad de género arrobada pierde su marca diferencial y se inserta en una nueva inscripción genérica. Desafiar la inmovilidad del pensamiento y de la lengua. Ésta parece ser la propuesta. Palabras que, dispuestas una al lado de la otra, depositan explosivos y minan el texto. Leer a Docampo es como intentar subir una escalera mecánica que baja. A pesar de que se cree estar avanzando, que la motricidad lectora pone en marcha los mecanismos acostumbrados, no vamos ni hacia atrás ni hacia delante. Nos movemos sin movernos.
En el primero de estos textos, “La Raíz”, la cuestión es el origen, el centro neurálgico de la historia familiar, en el que la narradora encuentra, o cree encontrar, la genealogía de las propias neurosis. “La pampa” reproduce algo de la pregunta del relato previo pero no para indagar en un sujeto y la relación con su historia familiar, sino en ciertas prácticas sociales y sus mitos de origen. La diferencia entre ambos textos se halla en el trabajo con el lenguaje que en el primero adopta modos del paper académico y en el segundo asume una pulcritud que no deja colar nada entre su concisión y su justa medida. “La soledad” es una serie de estados de ánimo y de, otra vez, preguntas, que se empujan y se disuelven para dejar lugar a las próximas. Un monólogo interior que recuerda al de Las olas, de Virginia Woolf. Otro experimento, más formal, es el que parece desarrollarse en “La pileta” en el que Docampo juega con el manejo del tiempo y las posibilidades del relato: lo que se oculta y lo que se dice en una anécdota aparentemente vacua sobre la construcción de una pileta. “El amor” quinto cuento del libro, aborda, como en otros, uno de Los Grandes Temas, con mayúsculas, como si se tratara de un diálogo platónico en cuyo vaivén dialéctico se intenta desentrañar la esencia de algo. Pero sabiendo que no hay esencia alguna. Una visita al zoológico dispara una búsqueda espiritual en “La Fe”, relato que da título al libro. Y el ultimo de estos textos –sin contar el breve epílogo-, “El arte o la cultura”, propone una suerte de ars poética en el que la autora introduce una serie de justificaciones teóricas y explica las ideas que la llevaron a desarrollar estos relatos: “Para comprender mi cuento es necesario desordenar el pensamiento, buscar nuevas coordenadas para unir las palabras. Destruir el argumento, ir hacia el centro. Hacia el foco, que irradia y absorbe. Mi cuento surge de la intuición, como un hijo o una hoja”.

jueves, 10 de mayo de 2012

Silvina y Borges - Taller de lectura y discusión de textos

Contemporáneos y amigos en la vida cotidiana, Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo son dos de los autores más importantes de la literatura argentina del Siglo XX. Borges, creador de ficciones definitivas y estructurales en nuestra lengua, Ocampo cultora de trampas y deformidades literarias que abrieron grietas en formas fijas.

La propuesta del taller es introducirnos en la lectura de algunos cuentos de ambos autores buscando cruces entre uno y otro, y arriesgando hipótesis y reflexiones.

Literatura “mayor” y “menor”, perfecciones e imperfecciones, apertura a nuevas formas literarias, razón e intuición. Consolidación y traición de modelos. Juegos y caprichos.

Algunos cuentos que leeremos en el taller son:

De Jorge Luis Borges: Funes el memorioso, La Biblioteca de Babel, El jardín de los senderos que se bifurcan, Las ruinas Circulares.

De Silvina Ocampo: Del color de los vidrios, Los sueños de Leopoldina, La casa de azúcar, Autobiografía de Irene.



Duración total: 8 reuniones
Horario: Lunes de 19 a 21hs.
Librería Fedro: Carlos Calvo 578
Inicio del Taller: Lunes 1414 de mayo
Precio: 2 pagos de $200

jueves, 1 de marzo de 2012

Entrevista en EL LITORAL de Santa Fe

Santa Fe Martes 28 de febrero de 2012

Entrevista a Mariana Docampo
En un tiempo de cambios, confuso y desarraigado.

Mariana Docampo (Buenos Aires, 1973) es autora de “Al borde del tapiz” (Simurg, 2001), “El molino” (Bajo la luna, 2007) y del recientemente publicado libro de cuentos “La fe” (Bajo la luna, 2011).

De la Redacción de El Litoral
—El Molino, tu libro anterior, es una novela de una lírica quizás signada por el paisaje algo bucólico y la memoria de la infancia. Esa poética cambia radicalmente en La fe, volumen compuesto por relatos duros, con personajes insatisfechos y dramáticos poblando un espacio de silencio y “corazones enfriados”. ¿Cómo se dio este cambio?
—Pienso que La fe está íntimamente ligada a El molino, casi te diría que, en uno de sus niveles, es una continuación. Me refiero puntualmente a las experimentaciones con el narrador que trabajo en ambos libros. En ese sentido, la narradora (adulta) de El Molino, claramente identificable, y que incluso se narra a sí misma desde afuera en el momento de la escritura, vaciada de toda interioridad, podría ser un narrador más de La fe, tan dramático o insatisfecho como ellos, y poblando los mismos espacios de silencio, si dejara por un instante de contar la historia que cuenta y desplazara su atención a su entorno inmediato. En la tensión, o incluso distancia irreparable, entre ese presente desolado de la narradora y el espacio idealizado de la infancia que ella misma crea, reside para mí el tono melancólico y lírico de la novela, que difiere del tono dramático de La fe.
Creo yo que la diferencia formal (o estética) entre ambos libros es una consecuencia de haber extremado la experiencia subjetiva de los narradores. Busqué ubicar, esta vez, los personajes en su relación directa con la época que les tocó vivir y en donde ya se han quebrado todos los pilares del pasado.
En La fe, los personajes han sido expulsados hace tiempo del territorio infantil (ya perdido para siempre), y se abren a la angustia existencial de la época actual, cuyas coordenadas son completamente otras, y las narraciones que le dan cuerpo distintas, nuevas, y por lo tanto en gran medida aterradoras. No hay un dios reconocible, no hay padre ni ley única y coherente, las identidades son mutantes, las estructuras políticas están en crisis, la institución familiar trastocada, el orden de la naturaleza subvertido, el acceso al conocimiento transformado, y por sobre todas las cosas, hay una crisis de cierta forma de concebir el relato, y por lo tanto, lo real. Por eso, quise lograr que varios de los cuentos de La fe funcionaran casi como maquinarias lingüísticas escindidas del referente; pienso, por ejemplo, en el cuento “La pileta”.
—Las plantas, los animales, los objetos, los astros, tienen una presencia particular en el libro; formas y presencias de un cosmos desintegrado en la conciencia portante de los relatos. Una desintegración que de alguna manera se corresponde con el miedo a la muerte, y también con una época y una cultura sacudida por un tembladeral. ¿Cómo nacieron los personajes que pueblan ese universo y La fe?
—Creo que estamos atravesando una época de tránsito hacia un nuevo ordenamiento. Es una época en la que nuevas formas de circulación de la información y modos del pensamiento irrumpen al mismo tiempo que se desarrollan nuevas maneras de tráfico y organización social. Pienso que si bien el cambio se desarrolla velozmente, todavía no terminó de instalarse.
Por otro lado, estamos en un tiempo signado por discursos políticos, mediáticos y técnicos en constante pugna y cuyas contradicciones ponen en evidencia la imposibilidad de pensar “lo real” como una entidad objetiva, separada del discurso mismo. Hay una transformación de raíz en muchos planos. Y por eso me parece que abismarse en las maneras de pensar o decir, incluso de contar, puede ser un ejercicio válido para no quedar atrapados en el entramado.
En este sentido, los personajes principales de La fe, son para mí los narradores. En su decir estriba su importancia y singularidad, y también de su decir depende el devenir argumental de cada relato. Por momentos, este decir los excede y el discurso es interceptado por voces ajenas, o incluso voces-máquina. Busqué que cada personaje relatara desde una extrema subjetividad, desde su propio borde, y al mismo tiempo, en algunos casos, que se presentara a sí mismo como un narrador objetivo, incluso “omnisciente”. Llamo “personajes” a los narradores de “La Raíz”, “El arte o la Cultura”, “La soledad” o “La Pileta”, incluso si éstos se presentan como un puro discurso, sin otro cuerpo identificable que el textual. Busqué extremar mi experiencia psíquica en el momento de la escritura para poder acceder a zonas que, de haberme mantenido en un modo de narrar tradicional, no hubiera podido explorar. Quise que tanto la razón como la emoción dejaran de ser motores de organización de los relatos. Me interesaba, en cambio, que éstos fueran desarrollándose por la propia lógica discursiva. Aunque en “La Pampa”, por ejemplo, no me interesó trabajar estos asuntos sino el tema de la identidad, tampoco en “El amor”, donde, simplemente, di vueltas alrededor de la emoción amorosa, rondándola, casi como un intento de no perderla. En este punto, este relato, es más cercano a El
—Hay en estos cuentos (el título del libro y del cuento homónimo ya lo señalan) una apelación si no a lo religioso, al menos a lo espiritual. Sin embargo se trata de una espiritualidad en la peor crisis, que puede resbalar hacia la tontería y la frivolidad tanto como hacia la locura. Como el personaje del último breve cuento del volumen, un bañista que se echa al sol y muere, son personajes que buscan la luz y se suman en ella, o se queman en el hielo de su ausencia. ¿Cómo te toca este tema que suele ser relegado a la indiferencia o sepultado como tema tabú?
—Lo “religioso” es un tema muy importante en mi vida. Me crié en una familia católica, con sistemas de creencias muy rígidos pero al mismo tiempo, con grandes contradicciones que han sido, justamente, las que me llevaron a querer reflexionar, a interesarme por las fisuras de los discursos, sus grietas. Por supuesto, para alguien que se educó en la creencia de un Dios todopoderoso, omnisciente y eterno, y una vida post mortem identificable y con lugar y tiempo estipulados de antemano, la perspectiva de la caída de lo “uno” en el plano político, religioso, filosófico, familiar y social es algo muy doloroso, y por momentos, puede presentarse como un riesgo psíquico.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Reseña de "La Fe" en RADAR de Página 12


libros

Domingo, 22 de enero de 2012

Doy fe

Nueve relatos que, amalgamando temas de la fe, la cultura y el arte, plantean la literatura como una verdadera forma de conocimiento.

Por Sebastian Basualdo

“El mundo, mirado a vuelo de pájaro, es eso: un gran escenario donde convergen cantidad de cuerpos, se entremezclan. Además de cuerpos hay temperamentos, hay psiquismo, pulsiones sexuales y la llamada ‘espiritualidad’. Por supuesto, todo esto es mucho más complejo de lo que se supone. Funciona todo junto y a la vez.” Desentrañar esta complejidad a través de una mirada poética sobre el mundo es lo que hace Mariana Docampo en La fe, relatos que bien podrían pensarse construidos a partir de las ruinas que convergen en la posmodernidad: la caída de los grandes paradigmas culturales que le daban respuestas al hombre (la religión, la filosofía, la ciencia, ¿la tecnología?) hasta ubicarlo solo en el centro mismo de la escena con sus preguntas incólumes, aún sin resolver. “¿Cuál es el sentido de la existencia? Mi trabajo consiste en la selección y primera clasificación de los elementos relevantes. El estado emocional nace de la acomodación interna, e impulsos exteriores como el amor y la fe”, dice la narradora del relato que da título al libro cuando, a partir de unas visitas al zoológico de Buenos Aires, observa el comportamiento de ciertos animales e inicia lo que al principio podría denominarse un viaje espiritual, místico, una caída libre a la inmensidad del ser a través de todas las formas posibles del esoterismo, desde la carta astral y maya, pasando por un viaje al cerro Uritorco, un templo budista y el encuentro con un maestro zen, las terapias alternativas de origen norteamericano, las lecturas del Libro Naranja de Osho y la versión alemana de Richard Wilhelm del I Ching, entre otras búsquedas, todo a un ritmo frenético y agudo que, por acumulación, se convierte en una especie de grito agónico: la necesidad imperiosa que tiene el hombre de creer en algo. Y es notable lo que logra Mariana Docampo cuando la revelación busca la respuesta, el interrogante se expande como una teoría cósmica: “Nuevas preguntas se presentaron ante mí: ¿cuáles son las causas verdaderas de las injusticias sociales? ¿Qué responsabilidad social tengo yo respecto de ellas? Yo iba apuntando las preguntas en mi cuaderno. Acaso lo apuntado pueda servir para futuras conciencias que tras mi muerte busquen un punto de partida para nuevas investigaciones”.

Es condición de la poesía exceder los límites del lenguaje; y los relatos que integran La fe están planteados desde esa perspectiva, no sólo por el sutil tratamiento de la prosa, su ritmo interno, sino también por esa gran capacidad que tiene la autora de El molino para generar climas acuciantes e intensos, ya sea abordando el tema de la soledad, o el amor cuando impone su propio lenguaje. Por lo tanto, si la poesía rebasa esos límites resulta natural que los relatos excedan muchas veces los límites del género hasta emparentarse con el ensayo, así ocurre en “La cultura o el arte”, por ejemplo, donde la gestación de un cuento es al mismo tiempo reflexión sobre la constante tensión que existe entre la representación artística y los modelos ideológico-culturales imperantes en cada época.

Literatura como forma de conocimiento, tal vez en eso estriba uno de los mayores logros que tiene La fe, título sugestivo y apremiante. Acaso el libro no sea otra cosa que ese conjunto de verdades que se creen y con las cuales Mariana Docampo arma su universo narrativo de singular originalidad, ya sea planteando el tema de la locura y el miedo a la muerte en el seno de una familia, como lo hace en el relato “La raíz”, uno de los más logrados del libro, o el relato titulado “La pileta”, en el que narra de manera notable la historia de una familia que termina construyendo una pileta por culpa de un modelo de riego tomado de un manual escolar de Ciencias Sociales en el que aparecía el mapa de la ciudad azteca, desbaratando así el orden natural de las cosas. No hay un tema imperante en estos nueve relatos que componen La fe porque lo real, o acaso eso que llamamos realidad, no lo tiene.